Lo que hay que saber antes de adentrarse en el mundo del maquillaje
- Sandy.maquilladora
- 2 may 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 5 may 2020
Antes de ponerte un labial rojo y salir a comerte el mundo, hay ciertos detalles que toda persona debe conocer antes de elegir qué maquillaje va a llevar. Cierto es que en el mundo del maquillaje la única regla que hay es que no hay reglas; pero sí que hay ciertas cosas que debes conocer.

Empecemos por nuestro lienzo, nuestra piel. Es muy importante mantener una buena rutina de limpieza y cuidado de la piel. Una hidratación ligera con factor de protección solar durante el día (muy importante a no ser que se trate de una sesión de fotos, ya que estas fórmulas reflejan la luz y la piel se vería blanca en la foto), y una crema más penetrante durante la noche. Debes determinar si tu piel es seca, normal, grasa o mixta; y si es sensible o no. En caso de tener la piel mixta, es importante tener una crema específica para cada zona del rostro.
Una vez nuestra piel esté hidratada y haya absorbido la crema, es el momento de elegir una base de maquillaje y corrector; aunque hay personas que prefieren no llevarla. El corrector siempre debe ser un tono más claro que nuestro tono de piel ya que normalmente se utiliza para iluminar; pero si se trata de corregir imperfecciones debe ser del mismo color. Existen correctores de colores para problemas específicos (salmón para contrarrestar el morado de las ojeras y verde para contrarrestar rojeces), aunque con un corrector de alta cobertura es más que suficiente.
Pero el tono de piel no es lo único que debemos tener en cuenta, ya que debemos elegir también el subtono adecuado. Dentro de que nuestra piel sea más clara o más oscura, puede tener un subtono cálido (tonos amarillos, naranjas y rojos), neutro, frío (rosas y azules), y oliváceo. Para averiguar cuál es nuestro subtono podemos hacer una prueba con cartulinas amarillas y azules y hacer que su color se refleje en nuestro rostro; y ver cuál nos favorece más. También podemos fijarnos en el tono que tienen las venas de nuestra muñeca: si son de color morado o azul tu subtono de piel es frío; y si adquieren un tono más verdoso, entonces tu subtono de piel es cálido. También podemos acercarnos a nuestra tienda de maquillaje de confianza y probar un poquito de base o corrector en nuestra barbilla (ya que así vemos la comparación con el tono de nuestro cuello para que no se vea un corte y es más fiable), del mismo tono aunque de subtonos diferentes. Cada marca tiene códigos distintos para definir los subtonos. Por ejemplo, en MAC utilizan nc para los subtonos cálidos y nw para los fríos; y Chanel utiliza el 0 para indicar subtono cálido y el 5 para el frío; siendo el número que va delante el tono.
Es importante tener una base de referencia ya que páginas como findation.com nos permiten averiguar el tono que necesitamos de una base tomando otra como referencia. Según el efecto que busquemos o si tenemos imperfecciones que deseemos cubrir debemos elegir una base de cobertura ligera, media o alta; modulable (que permita añadir capas sin que el resultado final se vea cargado) o no. Las bases de cobertura alta suelen resecar la piel por lo que están recomendadas para personas con la piel grasa o con acné. También se pueden utilizar solo por zonas para cubrir manchas o tatuajes. La cobertura ligera tan solo unifica el color de la piel, sin llegar a ocultar ninguna imperfección. En mi caso mi tipo de base favorita es la de cobertura media modulable, ya que según la cantidad aplicada el resultado puede ser muy diferente. Las bases también pueden ser mate, satinadas o luminosas. Las mate quedan muy bien en fotografía y son de mayor duración, aunque remarcan más las líneas de expresión y suelen resecar más la piel. Las bases luminosas suelen venir bien a pieles secas, pero no suelen favorecer a pieles grasas ya que producen brillos. Son las bases más naturales y las que mejor quedan para llevar a diario, aunque su duración es menor y suelen tener transferencia, mientras que las mate se secan en la piel y quedan fijas. Las bases satinadas estan a medio camino entre ambas, son muy naturales y favorecen a todo tipo de pieles. Las bases pueden ser cremas hidratantes con color, líquidas, en stick, en crema o en polvo. Debemos ver qué nos ofrece cada una y elegir la que más se adapte a nuestra piel. Siempre se pueden mezclar dos bases diferentes o utilizarlas por zonas al igual que hacemos con la crema hidratante. Según el efecto que deseemoos podemos añadir polvos con color o translúcidos, fijadores para matificar o para iluminar, o dejar la base tal cual. Es recomendable tener un spray de agua termal o un spray fijador luminoso para devolver jugosidad a la piel en nuestra rutina diaria; pero si queremos que nuestro maquillaje dure horas, los polvos translúcidos y el spray matificante no pueden faltar. Es importante remarcar que las pieles secas no admiten bien las fórmulas en polvo ni matificantes, por lo que el spray fijador para este tipo de pieles debe ser hidratante. Las pieles grasas admiten ambas cosas pero a la hora de retocar es importante retirar primero el exceso de grasa de la piel con un pañuelo para luego añadir un poco más de maquillaje; ya que si este exceso no se retira se formará un amasijo nada estético. A la hora de determinar la cobertura también es importante el tipo de herramienta que elijamos, ya sean las manos, un pincel o una esponja; y la combinación de bases que hagamos. El pincel da más cobertura mientras que la esponja da un acabado más ligero. Los dedos son más imprecisos y unifican peor la base. Las brochas tupidas dan más cobertura que las que no lo son por lo que a la hora de fijar una base con polvos es importante que la brocha no sea demasiado tupida para no sobrecargar el maquillaje. En cuanto a la piel esto es lo más importante a la hora de elegir una base, aunque aún quedan tips que podrás encontrar en otros artículos en cuanto a pinceles, fórmulas, cobertura y tono. Si tienes alguna duda déjala en comentarios y la responderé lo antes posible. Nos vemos en el próximo post.
Comments